Hoy no,
hoy no puse la tele ni un minuto,
y no vi las desgracias que inmunizan el corazón
y adormecen el alma,
no escuché los estúpidos argumentos
de mentes ignorantes que nos dominan,
no vi el vacío de cabezas huecas
que hacen del culto al cuerpo un fanatismo;
hoy no,
no encendí el ordenador
para ver esa vida virtual que nos condena,
no compartí el vídeo viral del día,
ni desnudé mi vida en fotos,
no entré en ese juego infernal que atonta la mente,
ni revisé mi correo veinte veces
en busca de una ilusión desgastada;
hoy no,
hoy no até el móvil a mis manos,
ni mis dedos a unas letras,
me perdí las charlas sin sentido
de mis trece grupos de whatsapp,
ignoré a mi jefa, me quedé sin batería
y seguía el mundo,
no atendí ni una llamada…
hoy me senté frente al mar, respiré,
saqué mi vieja libreta y escribí unas líneas,
me bebí un buen libro, dibujé una sonrisa
y entendí, que aún quedaba tiempo, y un lugar,
en lo más profundo de mi ser,
para ser libre.
La verdad es que es necesaria a veces esa desconexion de todo para sanar la mente, y el alma. Ojalá pudiésemos hacerlo más a menudo pero lamentable esta sociedad nos aprisiona… Gracias por tus palabras. Un saludo
Bueno, buenísimo, una realidad incuestionable, vivir la vida en cuerpo y alma prescindiendo de una vida virtual, todavía somos seres humanos!! Saludos compañera!!!
Pues si…que parece que hemos cambiado la humanidad por la virtualidad, es muy triste no poder encontrarnos a nosotros mismos porque no somos capaces de tomarnos un respiro…debemos buscar esos pequeños momentos que nos hacen libres… Muchas gracias por tus palabras, y por leerme
Me encantó! los días que los ciclones nos dejan incomunicados son los días que alcanzan para todo! Pero debo hacerlo sin la presión de la naturaleza. Me encantó un abrazo.