Se estrecha el horizonte
su ejército de pétalos marchitados
cubre el suelo,
no hay poesía cerca
para poder descifrar su misterio.
El vientre inmaculado
sus poderosas piernas
no son mas que reminiscencias
donde agarrarse
cuando se acerca el huracán.
Creo que tengo fiebre,
siempre es de noche
en este corazón asustado,
tembloroso,
que no puede volcar en una pagina
toda la pasión que vomitamos
esos días donde no nos preocupábamos
por alcanzar el horizonte.