Está herida sin ala
como un chasquido,
como un sonido, sin sonido.
“Mi alma, si aún la tuviese”
atada al incienso
molida y masacrada sobre un costado.
Aún nutre dentro la herida
es un lenguaje de salitre
mutando en un refugio.
Todo es un caminar lento,
con la espera de sosegar
la sensibilidad,
duele tanto la fragilidad,
apenas el olor de una flor
confirma la existencia.
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Magnifico ese lenguaje de la soledad, un gran saludo.
Gracias, Héctor
un saludo
Herida suave que se adhiere al alma para convivir con tan bellos y delicados versos, poeta!!!
Gracias, Minada
Besos, poeta,
La fragilidad del dolor y la herida, Magda.
Ese dolor que no se ve y se siente tan dentro.
Un beso querida amiga.
¡Hermoso! ¡Sentido hasta la médula!
Totalmente “corta-venas”
¡Bello, bello, Magda!
Gracias, Marttu
Un abrazo 
Gracias, Alda
Un gusto tu comentario
El dolor nos despierta a la realidad y deja hondas heridas. Muy bello!! Saludos cordiales.
Qué letras a la fragilidad, Magdalena… siempre! Ese final desgarra y es bello 
Muchas gracias, Sinmi,
todo un placer tu lectura y comentario
Gracias, Marta
Un abrazo fuerte 
Precioso… Según iba leyendo pensaba en destacar versos… pero al final tendría que citarlo entero. Me ha encantado 
Muchas gracias, Galilea
Un abrazo, amiga
un excelente inicio para un bello poema, me gustó
saludos
Gracias, Pepe, me alegra que te guste
Un saludo, poeta