Hay un tren

Concurridas las vías.
Los arbustos
conquistaron el hierro,
y hay un tren en camino.
Un ruido más abajo.
Un ruido.
Un raudo escalofrío.
Escombros en las calles,
en las mentes,
en las bocas,
en los bolsillos.
Escombros.

La tarde nos devora
con su cálido manto.
Desciende hasta nosotros
un mosaico infinito.
Esperando esperarnos.
Buscando como ser,
como sernos.

¿Quién sabe
que hay detrás de los rieles,
de este cuaderno,
de esta foto sin mí?
Incomprendido paso
al pie de la montaña.
Incomprendido.
Vi la luz en el viento.
Vi la paz en las manos.
Vi el amor en tus ojos.
Pero aún sigo
sin enterarme,
ni enterarte.
He gritado en las plazas,
y en las vías.
He gritado tu nombre
que sólo un eco entiende,
y lo devuelve.
No lo guardo,
no lo tengo,
no es mío,
lo devuelvo.
Un instante más
y ya no estoy.
Y otra vez la montaña
que me nutre los pies.
En la cumbre
una carta.
Pasajero soy.
Pasajero.

Concurridas las vías.
Los arbustos
conquistaron el hierro
y hay un tren en camino…

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Me gusta muchísimo.
Esa cadencia, esas palabras que se repiten como en un eco le dan un toque especial al poema :ok_hand::four_leaf_clover:

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precioso poema

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Hola!!
Muchas gracias por pasar.
Me complace que te guste.
Gran abrazo!

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Hola!!
Muchas gracias!!
Gran abrazo!

Una preciosidad de poema!!:clap::clap:
El tren y su viaje siempre le dan un toque de melancolía, de fugacidad, de tránsito por la vida…
Me encantó! Felicidades.:rose::rose:
Abrazo, Marcos.

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Hola María.
Que bueno que te haya gustado.
Es cierto, los trenes tienen algo melancólico.
Te mando un gran abrazo,
y muchas gracias por pasar.

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