Hay momentos que no terminan

Hay momentos que no terminan

quedan suspendidos como una nube

endulzados por el tiempo

pero están sin resolver, si rematar,

son como pequeñas angustias

que se pinzan en el estómago

como un recuerdo amargo o desgastado,

como una piedra en el zapato

que se clava, insidioso, a cada paso.

Son esos contratiempos pasados

que la memoria desdibuja y rebaja,

por doliente, por vergonzante, por olvido,

quedan ahí, colgados en el vacío

y nunca avanzan y nunca se marchan.

Están guardados en pequeñas cajitas

en el armario de los trastos viejos

con el polvo y la pátina de los años

que aún perduran,

son borrosos errores

que se perciben en los espejos

a veces vacuos, a veces significativos

que la mente modela a su antojo,

a veces con errático trazo

a veces con trazo firme y oscuro.

Astutos y obstinados

no se expulsan ni se borran

porque están con tinta negra tatuados

sobre la piel blanca de la conciencia muda.

berlin 2

AP Photo/Lionel Cironneau

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Cuanta polarización dispara la imaginación con estos versos de rico contenido y belleza.
Felicidades.

Eso que no termina, ese purgatorio eterno. Esa ansia inacabada. Ese lamento alargado en el tiempo. Esa agua tan necesaria que no cae, nubes embarazadas que nunca paren, lluvia que se guarda la melancolía por siempre, que evapora los cultivos humanos.

Que bonito.

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Muy bueno e intenso, esos momentos que duelen, que no cicatrizan siempre latentes, poeta!!!

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Excelente poema, Margo! Esos momentos que arañan para que sepas que están ahí…sin resolver…
Los describiste a la perfección!
Un abrazo, compañera. :hugs:

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Muy bonito, Margot. :clap::clap:

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Me encanta!! :heart: :heart: :heart: :hugs:!

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