¿Hasta cuándo?

Babel circunda continentes donde las lluvias del mal no escampan y la carroña se respira ante la ceguedad indolente de quienes la multiplican, surcando con armas inteligentes y destructivas campos y ciudades para sembrarlos de muerte, que enraizadas, entroncan y se ramifican con hojas y frutos de odios incontrolables hacia sus cultores, esos, que desde lejos se cebaron a costa de las riquezas de los pobres que aniquilan y enseñan a destruirse entre ellos para seguir engordando a sus expensas.
Tantas veces ha ido el cántaro a la fuente, que ahora se rompe en pedazos y al caer, sus ruidosos añicos retumban con ecos ensordecedores en todo el universo y la paz, tan susceptible siempre, se altera temiendo tempestades, cuyos vientos ya muestran en las guerreras fauces sus incisivos dientes. Como hormigas locas… (entre ellas las hay muy bravas) huyendo de hostiles escenarios de terror, surcan los mares miles de seres horrorizados hacia los lugares remotos que habitan los culpables de espantar los hormigueros. En la travesía, centenares desaparecen engullidos por los peces…
¿Qué hacer con éstas plagas…? Se preguntan estremecidos los cultores del terrorismo lejano, temiendo ahora en sus lares los frutos de sus cosechas. Son papas calientes que quieren pasarse de mano en mano…
¿Hasta cuándo virtuosos de los derechos humanos y la democracia?
@Saltamontes Febrero de 28 de febrero de 2016, (Pedro M. Calzada Ajete.)

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