El río que nos lleva hacia el olvido,
la memoria del árbol que sostuvo
ese canto del pájaro que tuvo
en su vientre, marchito, lo vivido.
La ceniza del árbol sometido
en el jardín desierto, que contuvo
la estructura del mundo y entretuvo
a la muerte y su séquito podrido.
La espuma de los días va ciñendo,
poco a poco, los sueños, al tremendo
ejército del miedo y su castigo.
La tibia noche oculta la tristeza,
esa densa humareda, la belleza
de todo lo que muere ya conmigo.
Tu dejael camino HACIA EL OLVIDO en bellos de preciosos versos. que importa que sean tristes o austeros si siempre acaban en sueños
Buens domingo
Besos
Gracias por tu bello comentario. Un saludo.
Bello y excelente soneto teñido de una hermosa melancolía…
Este terceto llega directo al alma.
Saludos, José Antonio, buen domingo.
Muchas gracias por tus , siempre, certeros comentarios.Feliz domingo. Un saludo.
Y todos vamos hacia él, inevitablemente. Nostálgico y muy bello. Saludos cordiales.
Ideas de universo que caben en la palma de una mano, Prado alto, rincón donde florecen todos los abrazos.
Un bello, muy bello soneto.
Gracias por tus palabras. Tempus fugit. Un saludo.
Muchas gracias por tus amables palabras. Saludos.
Hermoso y triste soneto
Saludos
Muchas gracias. Me alegro que te guste. Saludos.