No se cuando aprenderemos
lo que hay que aprender.
Quizá habrá que volver a nacer para hacerlo,
tal vez habrá que morir para empezar a vivir
una vida más acorde a lo que se denomina coherente
para estar entre la gente que se considera normal.
Hay quien no acepta lo que piensan los demás
hay quien no admite que otros sean diferentes,
que se salgan de la tangente, que posean otro norte,
distintas ideas, desiguales anhelos
y remueven la tierra y el cielo si es preciso
hasta el punto de lograr
que se los trague el infierno
antes que tener que claudicar.
Alguien dijo que quien habla de patria
es que está dispuesto a matar…
la historia nos avisa, los hechos hablan por sí solos
y el mundo no aprende
y el mundo siguen siendo banderas y estandartes
de parte de unos y en contra de los restantes
que no asumen sus deseos.
Habrá que volver a nacer para reconsiderar
este extraño momento que nos ha tocado vivir
para evitarlo de nuevo.
Hay un aroma en el viento
que apenas me deja dormir.