Observas desde lejos, el tiempo ha caducado.
El reloj de la torre marca las tres.
Hace eco.
No hay miedo en el espacio.
Late algo al compás de los pasos,
una pequeña máquina mutilada
por un escrito breve
que atesora demasiados recuerdos
fragmentados.
Quizás sólo era necesario comprender,
pero las cosas del querer
no siempre son tan fáciles.
Comprendí, pero tenía los ojos cerrados
fuera del baluarte.
El suspiro letal fue en blanco y negro,
sin embargo
provocó un estallido de luz
en la frente
y en los labios.
Y se cayó el beso.
Y ahora, observas desde lejos,
y la herida se estremece en un pequeño verso
que se cuela
por la pequeña rendija del recuerdo.
Observas desde lejos;
en esos ojos
no eres más que un espejismo roto.
@Pequenho_Ze me he enfrentado a muchos cambios que el destino deparó. Asi mismo he comenzado el proceso para la publicación de mi primer libro de poesía. Sin duda alguna extraño este espacio. Un gran abrazo.