Impaciente por la espera encendió el último cigarro
le pidió a la mesera le trajese pronto un trago.
Y pasaron los minutos ella no se aparecía
decidió en el siguiente trago alejarse de su vida.
Le llevaba aquellas flores que a ella tanto le gustaban
perfumadas las guirnaldas las dejó abandonadas.
Ahí quedó la historia aquella, nunca más la buscaría
no sabía que a cuadra y media había perdido la vida.
Circunstancias del destino: una bala perdida
se incrustó en sus intestinos y ya no sobreviviría.
Cuando vino a darse cuenta tres años habían pasado
hoy está frente a su tumba y una lágrima ha rodado.
Le ha llevado las guirnaldas que a ella tanto le gustaban
las ha llevado como ofrenda y besó la tumba helada.
Autor: Norber Camilo Velázquez
-Poemas de Norber-