Guarda el ganado

Guarda el ganado
su cuerpo bajo el roble
por los calores.

Vacas y jatos
se esconden y mosquean
bajo las ramas.

Solo hay un toro,
sultán de la fincada,
paciendo al sol.

Y tú los miras,
sonríes mientras tanto
y hasta me hablas.

Dices mil cosas,
algunas sin sentido,
pero te escucho.

Todo me importa,
incluso los silencios,
pero a tu lado.

Mientras, las vacas,
prosiguen mientras rumian
en su descanso.

Pero nosotros
vivimos embriagados
tanta belleza

Así es la vida,
fragmentos de un poema
inacabado.

Rafael Sánchez Ortega ©
16/09/22

2 Me gusta