Grito

Un grito rompió el alba.

Levanté la persiana y una bocanada de aire frío se metió de lleno en mi cuerpo y en mi habitación, tan pequeña que en un momento todo se quedo helado incluso yo.

Me mostré tranquilo, me dije que en cuanto entrase en calor mi cuerpo dejaría de estar rígido y todo sería una anécdota, una bofetada del tiempo en un día salvaje del invierno norteño, pero las horas iban pasando y no podía moverme, clavado en la ventana con los ojos abiertos hacia un mundo exterior que seguía su vida, Pontevedra se movía pero yo no.

Estaba petrificado, hielo, tempano, dolor.

Los días fueron cayendo por si solos y me preguntaba en mi estado como nadie reparaba en mi desde la calle, como de los tantos y tantos habituales no miraban arriba y podían darse cuenta de que día y noche ahí estoy clavado a punta de acero en el mismo sitio, espantapájaros de células.

No daba crédito.

Suena el timbre, estoy salvado. Pero no entra nadie, escucho murmullos en el pasillo del albergue, entonces un golpe seco revienta la cerradura, ¿qué pasa?. Dos municipales se echan las manos a la cara y no dejan que nadie pase.

Estoy empezando a sentir un calor agradable dentro de mi y puedo girar levemente la cabeza, cuanta más gente esta en la habitación mas fuerzas recupero, casi ya no siento ese hielo, ese frío. Por el rabillo de mi ojo izquierdo empiezo a ver la cabecera de mi cama, poco a poco voy sumando milímetros a mi movilidad y mi mente da menos crédito a lo que ve.

Mi movilidad es casi completa, mi cuerpo yace en la cama de mi habitación, están a punto de llevarme fuera de la que había sido mi hogar los últimos meses. Al parecer el frío de las noches y la falta de alimentos que ayudasen a combatirlo me sacaron del tablero de juego de esta vida, de este mundo.

Empiezo a desvanecerme, a no ser nada.

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Atrapante relato.Disfruté la lectura.Un saludo @ReveCossue.

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Excelente!!!

saludos @ReveCossue

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Me ha gustado este relato helador. :clap::clap::clap:

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