Gigoló

La mujer en general tiene complejo de puta. Cuando quedan conmigo, siempre me dicen que es la primera vez. Mienten.
La mayoría de ellas ya han estado con tipos como yo; ya han sido infieles. Son doblemente mentirosas, mienten a sus maridos y a mí. Lo que no se dan cuenta es que los hombres nos dejamos engañar. Nos resulta mucho más sencillo el papel de despistado e incluso de tontos. Ellas se sienten doblemente satisfechas: creen que tienen las riendas; doblemente culpables: la conciencia, que en ellas es muy acentuada, pesa mucho.
Es increíble cuánto mal han hecho las religiones monoteístas a la libertad sexual de las mujeres decentes. Todas lo son, cobren o no, no lo ven. Seguramente, no hemos permitido que vean.
Por eso Natalia me enamoró. Ella era una mujer doblemente feliz: disfrutaba de su femineidad y de su sexo. Para ella la cama era un divertimento más de la vida, no iba cargado de pecado, compromisos etc. Para ella la cama era el baile de la intimidad, el lujo del placer, la liberación del cuerpo y de la mente.
Natalia era mi excepción. Fue la única mujer con la que repetí, no sé las veces, cita. Sabía que el momento presente era lo único que importaba para ella, que después no vendría con mariconadas de sentimientos. Éramos un polvazo mutuo en toda regla. No quería más o eso pensaba.
A medida que mis citas con ella se hacían más regulares, disminuían los encuentros con otras mujeres. No, no me di cuenta, no lo vi venir. Ella estaba siendo mi única fuente de satisfacción. Las demás, seguían con sus complejos, loterías y reclamos. Natalia seguía siendo libre, segura, jugosa y pagaba con regularidad y generosamente. Lo del dinero llegó un momento que dejó de importarme, ahí se encendieron mis alarmas. Pero como casi siempre que uno atiende a la alarma, ya era tarde. Había caído en las redes de una mujer que me dio mi propia medicina, con una salvedad: además disponía del poder del dinero.
Me vi en sus manos y sin esperanza de no llegar a ser más que lo que era, un gigoló.

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:+1::+1::clap::clap::clap: Saludos

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Gracias @Pippo :kissing_smiling_eyes:

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Muy bien narrado, Menchu! :ok_hand:

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Genial! Una liberación este relato y qué bofetada al final. :orange_heart:

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Muchas gracias @osvid

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Muchas gracias @Ayleen-M .Un baño de realidad nunca viene mal

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