Manos divinas tocaron la tierra
tomaron el barro, le dieron forma
a su propio reflejo la conforma
y un soplo de vida en su pecho encierra.
Toma una costilla, el costado cierra
(lo bello no se crea, se transforma);
no comer del árbol, la única norma:
pero el hombre no escucha y se destierra.
Por el mundo vaga, confuso, errante
perdido, desamparado e ignorante
ante la nueva muerte que le envuelve.
¡Sueña con volver a su paraíso!
pero su sueño es lejano e impreciso
pues del polvo vino y al polvo vuelve.
19/09/2020