FURIA
Con qué alevosía
me besan las flores
Nereidas acurrucadas
en las cuencas del silencio
y este petirrojo
de charcos y sonetos
en total rebeldía
me sigue latiendo
y susurra rebelión.
Con furia
tomo un suspiro
superlativo,
y con el puñal
de mi lengua le
espeto al oído
《 vete a la mierda
reverendo
hijo de setenta
mil putas 》
Se alejó y con todo
el orgullo del mundo
mire al cielo y me sentí
hijo pródigo de las estrellas.