A plena luz estoy aquí,
con estas letras que ya lo anuncian
quién tuviera la suerte de poseer tu cuerpo
la clave de la fortuna.
Imposible dejar esta página desnuda
si mis pensamientos se van corriendo
a ti con el alba.
Disipas los pozos grises de esta mirada,
me tientas incluso a deshabitar mi alma.
En tu pecho se posa el mar, las plantas
y toda la fauna,
no puedo evitar pensar,
quién tuviera la fortuna de pasar una cucharada de tu amor
por su garganta.