Con un paquete de folios, varios lápices
y un viejo diccionario.
Así comenzó aquella aventura,
sin saber muy bien donde llegaría
sin tener muy claro porqué comenzaba,
pero sabiendo con certeza que cada frase
cada palabra,
sanaba por un instante sus heridas.
Y cada folió era una cima,
una cumbre donde clavar su bandera.
Así a medida que conquistaba imperios,
que destrozaba ejércitos,
fue consciente de que halló su medicina.
Y salía a la calle,
ávido de folios,
talando los árboles que salían a su paso,
con tal de seguir curándose.
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Palabras sanadoras…
Bravo
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Eso es… que sería la vida sin ellas.
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Como armas para enfrentar la vida: folios, lápices, diccionarios.
¡Lindo mensaje!
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Gracias, como diría Pavese “es mi defensa contra las ofensas de la vida “.
Un saludo
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Qué bellas palabras contiene tu poema.
“Y cada folió era una cima,
una cumbre donde clavar su bandera.
Así a medida que conquistaba imperios,
que destrozaba ejércitos,
fue consciente de que halló su medicina.
Y salía a la calle,
ávido de folios,
talando los árboles que salían a su paso,
con tal de seguir curándose.”
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Muchas gracias por tus palabras, me animan a seguir talando arboles