Flores del camino
A la vera se abren persistentes las florecillas silvestres, las sencillas, las insignificantes, las que, sin pretención alguna, luchan por brotar entre la maleza empujando a sus vecinas.
Amarillas y rojas, se baten al viento y se doblan; vuelven a erguirse desafiantes en la búsqueda insaciable de un rayito de sol, aliento de vida para sus frágiles hojas.
Flores del camino: mágico tendido de colores, vestidas de seda en el sendero adornan el paso de los caminantes y saludan, con su maravillosa danza de gratitud, al viento y a la luz.
Al viento danzan
florecillas silvestres.
Es primavera.
(Hokku)