Cuando esbozan
sus trazos filarmónicos,
las horas azules del poeta;
exhalan perfumes
las gardenias,
entonan las aves
sus sonrojos.
Afloran fulgores de la esencia…
Cuando implora el enigma
de abismales pupilas;
crecen jardines celestiales
en las pieles sensibles,
dibujan su estela
las ávidas mariposas
en el río aturquesado
de la hiedra.
El cántaro adormecido se desvela…
Cuando el frenesí de los labios
en la armonía reposa;
el humus secreta sentencioso,
la oculta profecía
de una rosa.
Y la pasión musical de tus versos se dimensionaron en el enigmático pentagrama de la poesía.
¡Bellas y proféticas tus letras, querida Silvia!
Abrazos cariñosos
Extraer el jugo de la pasión
con el juego de las horas azuladas
Rompe el patrón de la emoción
En la sentencia de una profecía rosada.
—Aplaudo su poema distinguida señora poeta y le envío un saludo cordial.
Precioso comentario, Mucio, muchas gracias!
Así es…la música y la poesía en estrechez de vínculos, intercalando sus vibraciones en la gran armonía universal!
Un cariñoso saludo, y muchas gracias por pasar, compañero!!