Fidelidad

Te esperaré hasta que me ames

estaré sentado en el banco, enfrente de tu casa

esperaré hasta que te fijes en mi

entraré en el bar, pediré un café, mientras veo como sales de tu casa al trabajo,

cuando regresas.

Memorizaré como ibas vestida, si tus zapatos están lo suficientemente limpios,

si tienes el pelo arreglado.

Te esperaré hasta que me hables

hasta que nuestras miradas se crucen.

Haga frío, calor, llueva o nieve,

Mi hogar, mi refugio serán las salas de cine,

y me imaginaré, que, a la salida,

vamos a cenar mientras

nos explicamos las películas,

y que, después, bebemos y nos besamos

hasta el amanecer

siempre felices

siempre riendo

y todos nos envidiarán.

Te esperaré sentado en el banco

alzando la vista hacia tu habitación

viendo silueta de tu cuerpo recién duchado

esperando que quizá bajes tu mirada hacia mí.

No me importa, tengo tiempo

No me importa, mi única ambición eres tú

No me importa, mi único pensamiento eres tú.

Te esperaré hasta que me ames.

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Me ha gustado mucho

Me ha hecho sonreír
Es apasionado y dulce

Muy tierno, que estés muy bien.

Ha sido un placer leerte.

Saludos, buena suerte.

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Qué romántico. Muy bello.

Bravo.

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Muchas gracias Ivka

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Muchas gracias Artemisa
Abrazos

Cómo táctica, es posible que no sea muy eficaz, pero lo que sí dejas claro en tu poema es que estás enamorado hasta los huesos. Me gustó la forma de exponerlo.

Saludos cordiales.

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Cambiaré de táctica. Je, je, je.
Muchas gracias por tu comentario.
Feliz domingo.

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Sin duda, un claro ejemplo de Fidelidad. Tierno y nostálgico.

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