Faro

Segundos a la deriva, minutos que rompen en la costa del tiempo. Horas que se escapan y se confunden con la bruma que todo lo cubre.
Momentos que duelen.
Pero tú te mantienes impávido, contemplando el devenir de tu todo desde el faro —frágil refugio del ser.

Oasis en mitad del desierto,
calor en los fríos inviernos.
La luz hacia donde corres a refugiarte
cuando surgen tus tormentas.

Y que los miedos jueguen en rededor, que nada te harán mientras estés ahí.
A salvo de todo.
Hasta de ti.

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Potente imagen poética la del faro!!
Hermoso poema. Un refugio a salvo de tempestades y naufragios…
Saludos, Raúl!

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