Explícito (Fábula rimada)

Mesa hermosa, linda alborada…
con mi profesor almorzaba.
¡Ay pero que cosa tan fea
cuando mencionó la tarea!

El alma poco a poco se me airaba,
y en aras de la claridad abogaba:

−En tu clase, hasta se me cae la baba…
mar tranquilo, nada de marea:
las cosas como uno las desea…
mas en casa mi paciencia acaba:
ya no escucho a la musa que cantaba.

Habló el maestro con su tono humano:

−Ser tan explícito, resulta poco sano:
nadie escarmienta en cabeza ajena,
ni modo de llevarte de la mano;
no te quejes y culmina la faena.

Garrido cuerpo, el más lozano,
de todas las niñas la más «buena»…
como siempre pasaba muy temprano,
y algo susurre por su melena…

Bofetada me puso sin desgano,
carcajadas se burlaban de mi pena:

−Muchacho bruto, respeta el gran abismo,
tan explícito resulta grosería;
el descaro no es lo mismo que erotismo:
lo rebaja a la vulgar pornografía.

3 Me gusta

Si me permites una reflexión a raíz de tu fábula, como bien apuntas, lo explícito resulta en grosero o en poco elaborado, pero en su justa medida también ayuda a la efectividad comunicativa del mensaje, sin llegar al bofetón, por supuesto. El equilibrio es difícil de lograr pero es una bella meta a conseguir, en ocasiones una búsqueda eterna para el que gusta de escribir porque como el infinito siempre es infinito, cuando ya parece que estamos cerca se nos vuelve a alejar. Buena fábula en verso, tu poesía tiene una gran elaboración, compañero. Enhorabuena!

1 me gusta

Gran satisfacción por conocer tus reflexiones, la fabulilla debe estar contenta: logró su cometido. Y con éstas palabras:

el autor piensa que has toqueteado la razón suficiente del presente escrito. Muchas gracias por comentar. Saludos

1 me gusta