Eres
como la primavera
cuando se tiñe de colores sobre las estrías del tiempo.
Pues sobre el aura de la noche, siempre
serás utopía para los ojos
del amor.
Y
serás tú,
en ese puesto de mando, aunque te movilice el viento.
También eres como la resonancia de los pétalos
cuando crecen livianamente
hacia su destino.
Y
una vez en flor,
respirarás profundamente, mientras los ojos observan
como canta el ruiseñor.