Larga es la espera
para el que anhela
aquello que tarda en llegar,
por ejemplo, la sabiduría,
que viene caminando
con paso seguro y pausado,
o el amor, que solo se revela
a quien sabe leer
en los sueños de los demás,
o, incluso la muerte,
que no llega para liberar
a los que ya nada esperan,
porque nada tienen,
y son tan insignificantes
que hasta el tiempo
se ha olvidado de ellos.
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!!!
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Hondo poema, Carlos! Ni eso siquiera…
Abrazos, poeta.
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Gracias poeta.
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Muy agradecido por tus palabras María. Un abrazo.
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