Hoy, me apropio del tiempo
y de las noches que no me pertenecen.
Aunque las dudas se hagan más grandes,
me sigo preguntando:
¿De dónde viene el amor y hacia dónde se dirige?
Si tuviese la respuesta, quiero cruzar el río
sin mojarme los pies.
El amor no tiene rostro, ni piel, ni pulsaciones;
es como un espejismo de una ciudad sin trenes
o cual aquellos duendes invisibles
que parecen estar en todas partes.
Trato de no hacer ruido si me asalta un recuerdo,
para que el amor permanezca dormido.
Incluso ahora, pareciera que yo misma estoy dormida.
Van fluyendo los versos en la noche serena
y las nubes se aclaran para que yo las vea.
Una luciérnaga atraviesa la ventana;
viene por las palabras, por tantas cicatrices
y por mis versos solos.
Soy débil, vulnerable; adoro este silencio
y si el amor despierta antes de que amanezca,
¡que diga que me quiere!
¡Me maravilla ser la primera en leerlo y la primera en comentar!
Tus letras me atrapan.
Tienes en mí una gran fan. “El amor no tiene rostro …trato de no hacer ruido si me asalta un recuerdo, para que el amor permanezca dormido…”
Es una delicia de principio a fin.
¡Aplausos y abrazos!
Tan linda, mi querida Alda. Es hermoso saber que disfrutas mis poemas. Qué placentero, poetisa querida; yo siempre disfruto de tus hermosos poemas. Un abrazo y mil gracias por pasar.
Eres de las preferidas, amiga buena Lucía. Este poemaso me quiebra entero, que lindo, que bueno, que bien contado, fuerte y conciso, como un trueno, (pero sin perjurios), al contrario, dejando lleno el corazón…
Inmensamente agradecida por tus bellas palabras para mi poema, Deisak; gracias por estar y permanecer en mis escritos. Un inmenso abrazo, desde mi querida Cali.