Uñas al filo de la piel
trazan caminos blancos,
etéreos
Cañas de río reverdecen
y alimentan a los lirios
que se mecen en el agua
Cisnes tristes
con crineras se erizan
bajo un sol abrasador
Relojes de mantequilla
marcan las horas
rebeldes…
Todo acontece en
ese espacio onírico,
en ese mundo soñado
que da vida a la razón.