“Si existe Dios, . . . se ha olvidado de este negro esclavizado.”
Nací negro siendo esclavo,
cadena, grillete, clavo,
en plantación de tabaco
el yugo, azotes, trabajo.
De sol a sol inclemente,
despreciado por “la gente”
fui herrado, cual animal,
por capataz tal por cual.
Como se hace con las reses,
me compraron varias veces,
mal comido, muy sediento,
se los juro, yo no miento.
Hacinado en las galeras,
¿de una vida así, qué esperas?,
inmundicia, suciedad,
¡qué terrible realidad!
El canto, en noches de luna,
era toda mi fortuna,
estrellas fueron amparo
de un corazón desolado.
Con alma que no “se arruga”,
intenté darme a la fuga,
corriendo por los caminos
en pos de nuevos destinos.
Al llamado de la selva,
temeroso, sin reserva,
anduve a salto de mata,
¡qué tragedia tan ingrata!
Cazadores despiadados
que, del diablo, son aliados,
me echaban a la jauría,
ya de noche, ya de día.
Huyendo sin rumbo fijo,
descalzo, sin un cobijo,
buscando ese algo . . . anhelado,
mas, siempre fui capturado.
Probé látigo en la espalda,
confinado en una jaula,
ni agua, ni pan, ni saliva,
así el mayoral castiga.
Enfermo, sin vitamina,
fui curado con quinina,
he padecido bastante,
mis fuerzas no son las de antes.
El amo me despreciaba,
me escupía, me avergonzaba,
explotado, maltratado,
así me las he pasado.
No se escribir, ni leer,
solo he aprendido a perder,
conservo tristes recuerdos,
mis movimientos son lerdos.
Casi he perdido la fe,
de esperanzas, ¿yo qué sé?,
si existe Dios se ha olvidado
de este negro esclavizado.
El amor no lo conozco,
los cariños desconozco,
sangre carente de filia,
quisiera tener familia.
He sufrido hasta el delirio,
he pensado en el suicidio,
ausente de sentimientos
imploro a los cuatro vientos.
¡Qué alguien me tenga piedad,
requiero mi libertad!,
garantía, la más deseada
por la sociedad, . . . soñada.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 04 de mayo del 2016