Marchas errante y liviana
destejiéndote el sombrero
en la sombra de una nube
hacia el sur de los recuerdos.
Urgentes tus manos frías
en fuga por la mañana,
manchadas de mermelada
van traspasando los muros.
Decapitando razones,
saltando sobre las púas
corroídas por los daños.
Escolásticas miradas
sumergidas en cianuro
señalando las pisadas
que se alejan sin sentido.
hacia el salto inevitable.
Pociones para la dicha
fermentan en las carteras…
5 Me gusta