Desde arriba hasta abajo,
pasando por mis glóbulos rojos y blancos,
mi revoltijo de entrañas
suena alegre, baila
con la canción de la mañana,
del amanecer,
y si hubiera nacido sin nada,
sin piel,
sintiendo todo al revés
viviría mi día a cien
con todo lo nuevo
y todo por conocer.
Vivo ansioso
de todo a la vez
meneando desde mis dedos
hasta mis pies
por el viento que levanta
la luz otra vez,
olor a primavera
en los baños de miel
y azucena
que tanto desea
gozar la chicha
que yace feliz
en mi sien.