El engaño te ha quedado tan genial y es un juego tan interesante de espejos que con tu permiso me he atrevido a escribir una continuación como homenaje a tus versos:
Quedó tan convencida, por hambruna,
que tensó fuertemente cada pata
habiendo la distancia bien medido.
Se empeñó en esa idea inoportuna,
sin percibir la fiera que era errata
con la que llegaría al sinsentido.
Su instinto de dominio al oponente,
que atrevido discute su captura,
espolea un rugido en apertura
de mandíbula hostil e intransigente.
El león y su engaño consecuente
despegan con un salto a la locura
para hundirse en el agua, trampa oscura
tendida por poeta inteligente.
Te aplaudo compañero, me encanta tu respuesta, muchas cosas las omito por ajustarme a la estrofa, me alegra saber que las catorce sílabas al menos en algo captan la idea que trato de decir.
Saludos cordiales.