La tarde llegó contigo
y con la tarde te fuiste…
Ingenua te apareciste
absorta en tus pensamientos
irrumpiendo en mi silencio
sin anunciar tu llegada
te adueñaste de mi mundo
sin una sola palabra
el de miradas lánguidas
el de rutinas tediosas
mientras sonaba el minueto
de tu sonrisa graciosa
Sólo un cruce de miradas
intercambio de perfumes
y un cálido roce de piel
bastó para obsesionarme
para contemplarte y pensar
en tu cabello enfadado
en tu semblante radiante
en compartirnos el aire
e imaginar lo nunca
podré en la vida decirle
ni diré nunca a más nadie
Pero se rompió el encuentro
el viento sopló las hojas
los tordos alzaron vuelo
brotó en sollozos la fuente
y un velo gris en el cielo
me reveló tu partida
di la vuelta para hablarte
descubriendo que ese día
contigo vino la tarde
y con ella te marchaste…