Mi corazón ha cambiado de estrella y el alma bebe en la fuente con los ojos cerrados. La ciudad va cayendo en el filo de la noche y las horas se cansaron de esperarme. Estoy como ausente y me enfrento a las encrucijadas, guiada por la nueva estrella donde el corazón habita ahora. Escucho gemir a los violines cuando creo que apareces detrás de la ventana. En un poema grito aquello que he callado y camino en busca del tiempo perdido.
Me abro paso, acelero la marcha y te busco para evitar que el amor caiga al fondo del abismo. Si, te busco justo donde la alondra canta y donde el beso se quedó dormido. Parece que llora el universo cuando la vida prohíbe la palabra y estoy alerta por si llegas pronto, antes que el corazón entone un nuevo canto. Es posible que los recuerdos me den los buenos días, o al final de la tarde, descubra que estoy sola.