Oscurece en mitad de la vida
y un pliegue de tiempo
se instala en la comisura de los labios.
Me desgarro a media voz
sosteniendo en el timbre
un recuerdo que duele…
(siempre vuelven las negras golondrinas)
La verdad relativa
me muestra la cara que yo puedo ver,
y me agazapo en el otro lado
buscando cambiar el recuerdo.
( no se puede ver con otro ojos)
Y el día transcurre lento
como manecilla adormecida y desacompasada,
golpeando con cada tic un golpe certero
en mitad del estómago encogido.
Versos tan bellos como reflexivos, esa verdad relativa , tan nuestra, que nos duele, que amamos y que defendemos a veces resulta tan difícil de conciliar con aquellas otras verdades, la vida y sus diferentes miradas, amiga!!!
Si, a veces pienso lo mismo, nada es eterno, esto pasará y ya no herirá más. Cuánto sentimiento en tus versos, cuánta poesía hay en el dolor!!
Muchas gracias por tu hermoso poema. Abrazos cariñosos.