Murmullo tenue entre el follaje
Canto de sirenas pronunciando tu nombre
envuelto en dulce aroma rodeado de corales
Cielo colmado de estrellas
iluminando nuestra unión con sus destellos,
Tibieza de ese otoño pintado de acuarelas
cuando en sublime armonía tu amor me declaraste
aquella vez primera,
palpitando mi corazón del más exquisito néctar
esparcido por todos los sentidos,
nublando mi mente de ensoñación y deseo
Ese primer contacto de tus manos con las mías,
estallando en el abismo del silencio
todas las estridencias del anhelo contenido,
aferrado, agazapado,
adherido a cada átomo de cada célula
que cubría mi esqueleto tembloroso,
ya rendido ante tus ojos,
intentando para siempre atesorar ese momento
Las aguas de los mares y todos los océanos
arremolinando nuestros sueños a los cielos expectantes
ante la dicha deslumbrante
de haberse encontrado nuestras almas errantes
La Luna derramando sus misterios
para volar al infinito de lo incierto,
donde habitan las rosas sin espinas
y los duendes entonan su estribillo travieso
Forjando un camino juntos,
un soneto repleto de notas indelebles,
una estela diáfana tejida de tus manos
al compás de las mías en cada encrucijada,
trepando obstáculos de dura roca encaprichada
y saboreando nuestros logros
cimentados del lazo cómplice
de profundo amor que aquella vez nos unió
para cada día anticipar
que juntos por siempre habríamos de estar