Yo que a diario rebusco de la nada
hasta toparme con cualquier salida,
mi existencia la veo entretenida
aunque el pueblo me trate a la patada.
Y por si acaso mi razón se enfada
de buscarme no paro así la vida,
tanto que sin estorbo que lo impida
parte formo también de la manada.
Porque de cara no se muestra el santo
si ve que salgo de la lucha ileso
tratando de ganarme las lentejas,
pues del apuro no me saca el llanto
ni tampoco un simbólico embeleso
que las neuras me deje aún perplejas.