No me acuerdo de los días
en los que enfrenté a la vida.
Solo recuerdo los sueños
y los momentos fugaces
tropezando con las piedras
donde el desamor campea.
Tus manos eran cual fuentes
donde el amor se bañaba.
Los retazos del paisaje
nos endulzaban la vida,
mientras la luna miraba
cuando algún beso me dabas.
¡Embustero de los días!
No reconozco tus pasos,
ni son tus ojos los míos
ni sé cuál es tu porfía.
¿No ves, que yo sí recuerdo
los besos y los abrazos
que me endulzaban la vida?
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Que bellos y rítmicos versos, ese embustero de los días que tanto oculta, poeta!!!
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Precioso canto a esos momentos fugaces de un pasado que late en el recuerdo…
Abrazo, querida Lucía.
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Bravo Lucía… Me encantó tu embustero de los dias(y yo no te miento), un saludo
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Lo fugaz a veces se convierte en eterno.
Bonito poema
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