El viento fresco
refresca los sentidos,
salvajemente.
Arde la cara.
por culpa del nordeste
y del salitre.
Voy a tu lado.
Me llevan las gaviotas,
no sé volar.
Y te recito
los versos y poemas
que me pedías.
Son poca cosa,
migajas del romance
de un marinero.
Perdió su barca
y culpa a la galerna
y el temporal.
Y la promesa
de boda y de familia
se tambalea.
No tiene nada.
ni barca ni dinero,
solo su fe.
Y aquella niña,
que nace en el romance,
muere de amor.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/04/20
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Un cierre precioso para este poema de vientos marinos. Un cordial saludo!
Precioso y fresco! Saludos, Rafael!
Gracias Ruache. Un saludo.
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Agradecido, María Prieto. Saludos.
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Que maestro es usted Don Rafael, esa imagen semifinal me pareció magnifica: « No tiene nada.
ni barca ni dinero,
solo su fe.», mis respetos.
Con viento fresco… y con fe, se tiene todo. Buen poema, amigo.
Abrazo
Gracias Ludico.
Un saludo.
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Gracias Saltamontes.
Abrazo.
Brisa sopla sutilmente.Aalgún día me montaré en tus alas para que me enseñas a volar. Bellos versos.
Seguro que la brisa te estará esperando, gollolara.
Gracias y un saludo.
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No es poca cosa cuando el alma aún puede expresarse a través de estos bellos versos! Saludos,@foncho05!!
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Gracias silvelart
Saludos.
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Gracias a usted por alumbrarnos el camino, saludos.
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