El trueno despierta al sol
en esta mañana lluviosa,
primaveral,
portátil
y clandestina…
La mano tentadora
por entre las piernas
y pelvis leñosa
excita el jardín de rosas…
El cielo añil se desborda
en orgasmos doloridos
y se derrite con sabores
a hierba, palma y pino
y refresca la casa solariega
donde nos juramos
permanecer juntos
viendo la lluvia caer
sobre un costado
del cabestrillo de nubes...
El trueno despierta al sol
preñado de cantores grillos
saltando en el tablero de cedro
alistonado y armado
bajo el resguardo
de una luna septembrina
y pueblerina...
Ramón Pérez Briceño
Buenos Aires
26/09/2020