El trance del solitario.
No son nítidos los rostros a través del humo, aún cuando los acordes del jazz tararean la lujuria de su nombre y lo ahogan en mi copa.
Para saber partir, primero debemos reconocer nuestro punto en el universo.
Una luz titilante me tiñe de la sangre que detona la amargura de mis vísceras.
¿Seremos impresiones fraudulentas de un Dios egocéntrico e imperfecto?
¿O nos vestimos de miedos solo para garabatearle un designio a nuestra efemeridad?
Nada realmente importa en este trance de alcohol, cigarro y obsesiones indignas.
Pero el saxo eleva un alarido que me apuñala de su imagen, de sus iniciales en la madera, de la copa que se estrella contra la pared.
Me ven atravesar la puerta, dejando atrás el humo, el jazz y los restos del cristal.
Solo me queda la noche, y la despedida de una mesa que tatué con la punta de una llave.
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Tali
20 Noviembre, 2021 04:27
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Suena la música en estos versos, y a estas horas! Gracias!
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Buen poema! Leyéndolo me pareció estar allí escuchando el saxo… Muy bien descrita la escena.
Saludos, compañero!
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Un poema con mucha fuerza.
Ese final es brutal, compañero.
Me encanta.
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¡Gracias! Siempre es un placer recibir tus devoluciones
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Precioso Hernán
Un abrazo
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Ve54
21 Noviembre, 2021 00:58
10
Nada realmente importa en este trance de alcohol, cigarro y obsesiones indignas
Esto es alucinante, en realidad todo el poema es magnífico.
Vaya, amigo, aquí en poémame he encontrado excelentes poetas, tú estas entre ellos.
Un placer coincidir.
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¡Gracias amigo! Es realmente un honor poder compartir este espacio con personas que le dan a la poesía la importancia que se merece.
Estoy alucinado con tanto arte, tanta magia y poetas de una calidad inigualable. Los leo, los admiro y aprendo mucho de esta comunidad.
¡Un gran abrazo!
¡Woooow! Es brillante tu poema.
Te felicito mucho!!!
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