Imprégnate
sin coartadas,
en ese lienzo cromático
de trazos inmortales
que olisquea
tan solo tímidamente
la intimidad
de los autorretratos
ilegibles del poeta,
y no desesperes, ¡no!
No desesperes, ¡no!
de sus cruzadas suicidas
e insiste
hasta el fin de tus carnes,
en sus disparos certeros
que siempre sangran fallidos
derramándose
por entre los tiempos
sin alcanzar
taponar sus hemorragias
No, desesperes ¡no!
aun quedará
tras cada rotura,
tras cada caída mortal,
un verso por tejer
en el alma del poeta
que nos ofrezca
una lectura más
para amar la vida
¡Qué hermosa plegaria a la esperanza, a la fe de perseverar en el nacimiento de un nuevo verso que deleite la lectura de la vida.
¡Bellas tus letras, querida Ana María!
Abrazos cariñosos
Muchas gracias amiga, la poesía tiene esa grandeza de tocar el alma ante los avatares de la vida, siempre quedará el verso mas allá del sufrimiento, me viene a la cabeza los versos de Machado encontrados en el bolsillo de su chaqueta o los de Miguel Hernández con sus nanas de la cebolla!!!
Muchas gracias por tu enorme confianza, tan solo se trata como la mayoría de los que amamos la poesía de expresar lo que nos hierve en el alma, poeta!!!
Muchas gracias por tus palabras, así es, el poeta siempre existirá y le necesitaremos mientras palpitemos con todos los sentimientos de encuentros y desencuentros humanos!!!
Muchas gracias amiga, así es y así perpetuamos su eternidad como testigos de los duelos humanos en sus contradicciones internas, siempre habrá un verso que reconforte su alma!!!