El ocaso de la memoria

Y de pronto todo se ha ido
Las lúnulas que me sobrevivían al ocaso de la memoria
La alegría
El vértigo de aquello abstracto y desconocido para mi ternura
El descalabro de mis insomnios
Las horas de impaciencia
Las súplicas adjuntas a promesas ya impagables
Todo
Ahora solo queda algo así como el estupor de Hiroshima
flotando en el medio de Manhattan
y muy al fondo
el rugido de todo comienzo.

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Es un texto precioso, pero todo seguido, sin signos de puntuación o haciendo versos más cortos, se hace un poco complejo de leer y se pierde lo bonito que es el texto.

Espero que no te moleste, es mi opinión.

Saludos y de nuevo bienvenido.

No, para nada. De hecho, no se por qué el texto salió de ese modo. Quizàs fue que corté y pege. Deja revisar si puedo arreglarlo

Ya. Ahora sí.