En el manto del silencio
yace mi alma gastada
del cansancio diario
de un destino sentido
que grita
en las horas
del día
y suspira lamentos
en las horas muertas
de la noche oscura,
esperando a que
la luz blanca
de la luna
ilumine la angustia
de sus heridas
mientras el eco
de la memoria
revolotean en el vacío
de la mente.
Pippo Bunorrotri.