Para ella, fue algo fugaz, una chispa más, de su largo camino…En cambio para aquel hombre, no fue lo mismo. A veces, se le ve por las noches, en el parque, duerme junto al lago. Dicen que después de aquello, su vida se derrumbó, y lo perdió todo. Jugar al juego del amor, de mentira, con la ventaja del que no ama de verdad, tiene sus riesgos, y aquel hombre tenía el corazon roto, y aquella mujer se lo acabo de romper.
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A veces es menos vergonzoso andar con el corazón roto que con el pantalón roto. Muy buen relato.
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