Cuando hay fuego en las pupilas
y los ojos se arrebatan
y deflagra en un vistazo
el crisol de aquellas llamas,
dos faroles deslumbrantes
como el hierro de una fragua
iluminan el instante
que estremece las entrañas.
Pero un leve parpadeo,
o que giren ambas caras
alejando el horizonte,
las despoja de esperanzas.
Cuando las miradas queman,
el hielo de la distancia,
la escarcha del desapego,
las derrite y las separa.
Es lo que tiene la distancia que algunas veces deteriora los afectos.
bellos versos arromanzados, en la cita te pongo lo que yo cambiaría (sé que no te molesta)
saludos
Muchas gracias, @pepesori .
Si te fijas, con el cambio que sugieres la segunda estrofa perdería el sentido.
A mi me suena mejor tal como está 
Pues efectivamente tienes toda la razón no me fijé en el encabalgamiento de la segunda estrofa,
Discúlpame, saludos
Que bello y certero romance, así es, la distancia no es buena compañera en el amor, enfría sus pasiones, poeta!!!
Grande!
Realmente eres un maestro.
Mi admiración, Raúl 
Pero qué precioso romance!!
Las miradas lo dicen todo, poeta!
Abrazo y feliz domingo, Raúl.
Nada, tranquilo, toda opinión constructiva es bienvenida.
Las miradas se pierden en la distancia, no se conoce el alma en la lejanía. Muy hermoso!!
Simplemente, excelso.
Muy cierto,así es.
Apasionado y cálido poema ,igualando al calor de estos días.
Saludos.
Ohhhhh!
Como te lo agradezco, missis!
Dicen que la distancia es el olvido…
Precioso romance. Purita perfección 
Muchas gracias, María
Todo un caballero del verso clásico.
Mi admiración.