Desmayada caí,
-Se revienta la chancla-
Pero ¿qué me pasa?
-Vi mi fe escapar más rápido que la velocidad de la luz-
¿Dónde encuentro la esperanza de salir viva de esta playa?
El día en que pensé que iba a morir fue el día del arrepentimiento,
O sea, ¿qué te digo?
Si pudiera haber escogido entre sobrevivir en tiempos de Cristo o escapar de esa playa escondida
-No lo hubiera pensado dos veces-
Después de todo este pensar, abro los ojos y veo la estación de la Guardia Nacional
-Qué habré hecho yo-
¿Llegamos?
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Me gusto el tono conversacional de tu prosa Marivi, me hiciste recordar a otra nacida en “puertorro” Julia de Burgos: (mas o menos comienza así)
«La carrera del mar sobre mi puerta
es sensación azul entre mis dedos,
y tu salto impetuoso por mi espíritu
es no menos azul, me nace eterno.»
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Jajaja así es. Mi patria se me sale hasta por los poros! Gracias por comentar y recordarme de la maestra Julia de Burgos.
Saludos,
Mari
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A todos los puertorriqueños les pasa; más que a cualquier otro.
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