El cura

El cura del pueblo
Confiesa a una muchacha,
le pregunta qué ha hecho
últimamente
y ella le responde:
“El amor, padre, el amor”.
El sacerdote increpa:
“Muchacha descarriada,
¿no sabes que es pecado
el amor hacer?”
“¡Padre, si usted supiera
qué lindo es el amor!”
“¡Calla, muchacha, calla!”
“Padre, confiese usted
que sueña con una dama,
que perturbe su alcoba
con olor a piel
de un cuerpo sudoroso
batiéndose con furia
sobre el suyo,
y unos labios de miel
cubriéndole con besos
hasta hacerlo desmayar
de placer!..”
“¡Calla, muchacha, calla…!
Dios te bendiga y vete,
pero antes,
déjame cerrar los ojos…
¡para imaginar
que soy él¡…”