El Cirineo

Volviendo, tropecé con el gentío
que afogaba en su saña tu lamento.
Un empellón, un grito… Fue un momento.
Y el vil madero nos trabó sombrío.
Uncido yo con rabia a tu tormento,
maniatado a tu suerte mi albedrío,
tu mirar me alcanzó con poderío
y en su fulgor mi yugo se hizo viento.
Oh Dios, que apuras en tu copa el poso
de hiel que hostiga y roe mi jadeo:
torna mis penas en querer gustoso.
Y al sentir cada día el balanceo
de tu Cruz, haz que encuentre mi reposo:
que a tu mirar me abrace, “Cirineo”.

Referencia al Evangelio:
“Y a uno que pasaba por allí, que venía del campo, a Simón Cirineo, el padre de Alejandro y de Rufo, le forzaron a que llevara la cruz de Jesús”. (Mc. 15, 21)

El Cirineo
Detalle de El mural de la Pasión. Óleo sobre tabla. Nieves Luengo 2009

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Mucha calidad en tus versos, Joan.
Me gusta mucho tu soneto.

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Muchas gracias, admirada Wallace. Tu comentario es un honor.

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Muy sabios, muy ilustrativos tus versos bíblicos, poeta!!!

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Bello soneto! :rose::rose:
Tus versos, a pesar de su dificultad y denso contenido, fluyen con mucha naturalidad, compañero. No hay nada forzado en ellos.
Abrazos, Joan!:heart_eyes:

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Gracias, Alfonso. Es un honor verte por aquí y tu comentario. El trasfondo, obviamente, es espiritual. Y en ese ámbito mejor reflexionar a solas. Un abrazo.

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¡Gracias, Ana María!

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¡Gracias por tu aprecio, María! Es una gozosa lucha hasta llegar a expresar un pensamiento de fondo sin enrreversarlo…

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Colega, mi enhorabuena por la belleza de estos versos, dedicados a un tema bíblico

Saludos y feliz fin de semana.
Amalia

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Muchas gracias, Amalia. Me alegra que te hayan gustado.

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