Vuelan desnudos
esos mirlos ahogados
que dejaron de soñar
y colgaron su canto,
clavado,
entre las penas
que se desprenden
de los ojos ausentes
y las miradas perdidas
de un corazón roto.
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Un poema que grita el dolor de la ausencia.
Siento como que las imágenes cortan profundo, como ecos de miradas que ya no sueñan.
Cuánto dejan las ausencias. Hasta en los cantos de los pájaros se reflejan. Hermoso poema. Felicidades 
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Bello poema has trazado! 
Un abrazo, Paco.
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Me alegra que te guste. Gracias por tu comentario.
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