El año viejo se despide,
lleva sus maletas hechas.
Penas y tristezas,
alegrías y glorias,
él alberga, en su escondite.
Ciertamente se marcha
y aunque nadie lo extraña,
el año ya envejecido,
nos deja su calma,
junto a las vivencias del alma.
Año viejo te despedimos,
entre júbilo y abrazos,
te dejamos en el olvido,
quizá, sin gratitud ni recuerdo,
te marchas viejo amigo.
Autor: Romstine Cescutti (2021).