-Lírico-
En las luces de año nuevo titila
el incendio fugaz de su mirada
y en la nieve mi sueño se deshila.
Yo soñé con el alma enamorada
y me bordé su nombre con la rueca
del amor, con telares de cascada.
Le di otro color con la humilde greca
de mi imaginación a su carita
pálida, su carita de muñeca.
Su piel de porcelana a veces grita
e invade los rincones de mi mente,
y le acaricio dócil si se agita.
Le acaricio como viento en la frente
como lluvia en los labios carmesí
y alguna vez como sol vehemente.
En sus tiempos, a destiempo construí
un cielo azul para exponer sus ojos
de topacio y sin querer los destruí.
Sobre el árbol caen diciembres rojos,
el árbol navideño de su risa,
el árbol de mis versos en despojos.
El año nuevo tiene su sonrisa,
se cuelga los caireles de su pelo,
me arroja de su aliento tierna brisa.
Y absorto de su aroma, más le anhelo.
Aún espero con sueños de infante
cubrirme con su piel de terciopelo
y despertar como el amor, triunfante.
Jorge Martínez C.
Autor.